Quien tiene una empresa comercial sabe que, sea cual sea su posición en la cadena de suministro, debe recurrir a un proveedor; la elección de éste no siempre es fácil e inmediata y, si lo es, suele causar graves daños en términos de pérdidas y reputación.
Por lo general, la concentración de quienes hacen negocios es absorbida por el análisis de los clientes y los competidores y tiende a descuidar un aspecto crucial de la cadena de suministro: el análisis y la elección de los proveedores.
¿Qué es una cadena de suministros?
La cadena de suministro es la cadena de distribución, es decir, ese complejo engranaje hecho de logística y organización de actividades que coincide con el flujo que de entrada, transformándose, se convierte en salida.
Independientemente del tipo de negocio que tenga, es casi seguro que necesitará bienes o servicios enmarcados en una relación de suministro o, más correctamente, de administración.
Por lo tanto, recurrir a un proveedor en lugar de otro afecta necesariamente a la calidad del bien o servicio que usted ofrece como empresario a sus clientes.
Desventajas de elegir el proveedor equivocado
Si elige a sus proveedores únicamente sobre la base de criterios fáciles de analizar -como el precio, el conocimiento personal, la reputación del proveedor-, está poniendo a su empresa en un riesgo considerable.
Una correcta gestión de la cadena de suministro le permite reducir el riesgo y aumentar su ventaja competitiva.
El resultado de elegir el proveedor equivocado se traduce, a los ojos de los clientes, en un defecto de su producto o servicio.
A los clientes no les importa, como debería ser, en qué eslabón de la cadena de distribución se ha producido el error, le compran bienes o servicios y le atribuyen cualquier problema que encuentren en la realización de los mismos.
Decida qué es un buen proveedor para usted
El principal criterio para elegir un buen proveedor es, sin duda, entender qué es un buen proveedor para usted.
Responda a estas sencillas preguntas para hacerse una idea de un proveedor modelo:
- ¿Qué calidad espera de su proveedor?
- ¿Qué precio está dispuesto a pagar para obtener esa calidad?
- ¿Qué plazos quiere que cumpla el proveedor? – ¿Necesita poder cumplir los plazos?
- ¿Cómo le gustaría gestionar la relación con su proveedor?
- ¿Prefiere un proveedor de su propio país o está dispuesto a tener un proveedor del extranjero?
- ¿Podría gestionar la relación profesional si hablaran otro idioma?
Si se hace estas preguntas (y otras) por adelantado, podrá identificar el tipo de proveedor que espera.
Hacer esta elección disminuye considerablemente las posibilidades de quedar insatisfecho y traicionar las expectativas de sus clientes.
En este punto, parece que el precio sólo es un factor relativo en la elección de un buen proveedor.